jueves, 12 de junio de 2008

Espolón calcáneo

Un dolor intenso en la planta del pie se debe, en la mayoría de los casos, a una fascitis plantar o, en su forma crónica y degenerativa, a un espolón calcáneo. La apariencia radiográfica del espolón es la de un pico óseo que ha crecido al calcáneo. En realidad se trata de la calcificación de la fascia en el punto de inserción. La impresión del paciente es que el espolón se le clava en partes blandas. En realidad, el dolor es consecuencia de una inflamación muy florida, clínica y radiográficamente.

La solución comienza por el estudio y corrección de las causas predisponentes, con plantillas a medida o con sistemas de apoyo que resten tensión a la fascia (tobilleras con almohadilla plantar como las Air Heel), continúa con medidas más drásticas como la aplicación de ondas de choque y hasta más agresivas, como la aplicación de infiltraciones locales, una vez vencida la resistencia del paciente que llega aleccionado por todo el entorno social contra esta posibiilidad.

La solución quirúrgica es muy espectacular desde el punto de vista técnico. Se realiza mediante cirugía percutánea, sólo requiere una incisión milimétrica, unos pocos minutos de intervención y el paciente vuelve andando a su domicilio. La recuperación, sin embargo, es lenta y no exenta de molestias, lo que conviene anunciar al paciente para que la decisión de intervenir se tome con plena conciencia, una vez agotadas las posibilidades de tratamiento conservador.

miércoles, 11 de junio de 2008

Juanetes. Cronología de una operación.

Diario de Tomasa Aduriz
Mi operación de
juanetes


8h. Me levanto. No puedo tomar mi medicación. Hoy, casualmente, tocaba el comprimido semanal de la osteoporosis. Lo dejo para mañana. Desayuno un té, dos tostadas con mermelada y un yogourt. El doctor dijo que podría desayunar a primera hora de la mañana pero que después no volviera a comer ni beber nada.

12h30. Llego a la clínica. Papeleo en admisión. Espero un rato.

13 h. Me acompañan al quirófano. En un pequeño vestuario cambio la ropa de calle por una bata desechable y unas calzas de papel.

13h15. Llega el anestesista. Hace algunas preguntas y explica el procedimiento. Pinchará en el tobillo para anestesiarme el pie. Es un poco doloroso pero se soporta muy bien. En seguida termina. Hay que esperar para que actúe la anestesia.

13h30. Paso al quirófano. Me saluda el doctor Atson, al que identifico cuando me habla. El gorro y la mascarilla lo hacen irreconocible. Desde mi posición, tumbada, soy testigo de una gran actividad, con mucha gente que entra y sale llevando bandejas, conectando cables, ordenando instrumental.... El doctor entra de nuevo en la sala con las manos levantadas a la altura de la cara. Acaba de lavarse y le visten con una bata y unos guantes. Dejo de verle cuando se sienta junto a mi pie porque tengo una pequeña barrera de paños por delante que me impiden la visión directa. Pero lo oigo todo. Me pregunta qué tal estoy.

14h. Empieza la intervención. Se oye música de fondo y los comentarios del doctor cuando pide el instrumental o cuando explica los pasos de la operación a su ayudante y a unos estudiantes que observan desde el fondo del quirófano.

14h25. Todo ha terminado. Tengo el pie vendado y calzado con el zapato ortopédico. Me incorporo y permanezco sentada unos instantes. El doctor explica que puedo andar lo necesario pero que la primera semana es mejor que repose con el pie en alto. Me entrega una receta. Puedo tomar analgésicos si llego a tener dolor. Los antibióticos y antiinflamatorios son obligados.

14h35. Salgo del quirófano por mi propio pie, acompañada por una enfermera. El coche espera en la puerta de la clínica. Me acomodo con la pierna estirada en el asiento de atrás.

15h Llego a casa. No me duele pero siento una ligera molestia en todo el pie. Pido una comida ligera y después tomo un analgésico. Duermo una siesta en el sofá. La semana de espera va a ser larga. Tengo tres novelas sobre la mesita del café... y el mando a distancia de la TV, que es todo mío.

domingo, 8 de junio de 2008

Juanetes, hallux valgus. La técnica quirúrgica

Juanetes, hallux valgus
La apariencia inocente de una técnica que se realiza bajo anestesia local, que no requiere ingreso y sólo deja algunas marcas en la piel en lugar de las cicatrices de la cirugía convencional, se rompe cuando describimos los gestos quirúrgicos necesarios para obtener un resultado tan espectacular como el que normalmente se consigue al término del tratamiento.

Para corregir las deformidades son necesarios cortes -osteotomías- de los huesos del antepie, metatarsianos y falanges. Sobre las partes blandas se actúa con las tenotomías, que son cortes a los tendones flexores, extensores e, incluso, al tendón aductor del primer dedo.
Por todo ello, es muy necesario valorar la disposición, mentalidad, psicología en suma, del paciente. No todo el mundo está preparado para recibir una información médica exhaustiva.

miércoles, 4 de junio de 2008

Cirugía laser?

Durante mucho tiempo se acuñó el término "cirugía laser" para referirse a la cirugía mínimamente invasiva -la cirugía percutánea- del pie. El laser tiene algunas y buenas aplicaciones en cirugía pero no es, precisamente, en el terreno de la cirugía del antepié donde están sus más frecuentes indicaciones.


El laser es un instrumento de corte y por ello se utiliza para la sección de tejidos. En el caso de un hallux valgus -juanete-, dedos en garra, dedos en martillo... y todas las indicaciones habituales de la cirugía percutánea del pie, lo que se hace es seccionar partes blandas con un bisturí y el hueso con fresas metálicas específicamente diseñadas.

Por tanto, lo del laser es un término que no refleja la realidad. Así tenemos que decirlo, informando correctamente a los pacientes y acabando con la charlatenería de quien pretende conferir un carácter mágico a una técnica que no lo necesita. Bastante "mágico" es el procedimiento, una maravilla técnica, fruto de la imaginación, investigación y audacia de pioneros admirables.

martes, 3 de junio de 2008

Cirugia Percutánea del Pie. Indicaciones




Las posibilidades de la Cirugía Percutánea del Pie se han extendido hasta abarcar, prácticamente, las mismas posibilidades que la cirugía convencional en las intervenciones del antepié.

La indicación principal es el Hallux Valgus, el juanete, que define la deformidad del primer dedo del pie. El dedo se desvía en valgo, hacia fuera respecto al eje corporal. Se dirige hacia los otros dedos del pie. El roce sobre la cabeza del primer metatarsiano estimula una reacción del hueso y se produce una exostosis, un saliente óseo, por encima del cual se establece una reacción inflamatoria que llega hasta la piel. Por encima de la excrecencia ósea se inflama la bolsa que la protege (bursitis) y toda la zona se presenta enrojecida, tumefacta y dolorosa.

Otras deformidades frecuentes son la retracción de los demás dedos, constituyendo los dedos "en garra" o "en martillo", con hiperqueratosis o callosidades en las zonas de roce.

Otras indicaciones de la Cirugía Percutánea del Pie son el neuroma de Morton, el "juanetillo de sastre" -deformidad del quinto dedo similar a la del primero pero en sentido contrario- y cualquier excrecencia o crecimiento óseo atípico susceptible de ser corregido, limado, y lograr así un plano óseo normal. También es posible la intervención mínimamente invasiva de la fascitis plantar o el espolón calcáneo.